Sin embargo, cuando regresó la actividad en España todo cambió repentinamente. Los tres empates en sus seis presentaciones hicieron que el Merengue se adueñe de la cima del torneo, lo que generó una crisis interna basada en la mala relación de Lionel Messi con el entrenador, Quique Setién, y la falta de confianza a Antoine Griezmann, quien prácticamente no es tenido en cuenta por el director técnico y alimenta con nafta el incendio del Blaugrana.
Es llamativo que el escolta del campeonato atraviese un momento de crisis, pero los resultados mandan y la división entre las figuras internacionales y la dirección técnica conforma una grieta en la que posiblemente arroje consecuencias negativas para el club.
Según informó el programa El Larguero, emitido por Cadena Ser, el astro rosarino tiene pensado abandonar la institución cuando concluya su contrato. “Las negociaciones habían comenzado bien, pero Messi paralizó la renovación con el Barça”, informó el periodista Manu Carreño y argumentó: “Debido a los últimos acontecimientos, el argentino tiene en la cabeza acabar estos 5 partidos, jugar la temporada que viene y marcharse. Messi está harto y quiere abandonar el Fútbol Club Barcelona”.
En su informe, el analista continuó aduciendo que el astro rosarino está cansado y que “nunca quiso convertirse en un problema para el Barcelona”. “Siempre dijo que acabaría su carrera en el Barça, pero está cansado de ver cómo se le atribuyen informaciones y filtraciones en un club que nadie sabe quién lo dirige”, continuó.
Las constantes teorías basadas en la continuidad de Setién y Griezmann relacionada a los pedidos de la Pulga conformaron un combo con el que Leo no está dispuesto a convivir. Así, la hipótesis planteada se basa en la finalización del contrato que está estipulado hasta julio de 2021, cuando concluya la temporada venidera en el verano europeo.